Época: Julio César
Inicio: Año 49 A. C.
Fin: Año 49 D.C.

Antecedente:
La Guerra Civil romana



Comentario

Tras su triunfo en las Galias, César se encontraba en la cumbre de su poder e influencia. Pero, entretanto, Roma se ahogaba con un lucha política irrespirable, con cruentas reyertas por el poder. En un intento de frenar la anarquía, el Senado elige a Pompeyo como único cónsul. Asustado por su creciente poder, el Senado conminó a César a licenciar sus legiones y a renunciar a su gobierno de las Galias. La negativa de César significaba el comienzo de la guerra con Pompeyo.
El 9 de enero del 49 César, procedente de las Galias, tomaba la grave decisión de cruzar el Rubicón, riachuelo que marcaba el límite de su jurisdicción. En poco tiempo conquista Roma y toda la península itálica. Pompeyo y parte de los senadores huyen a Grecia. César se dirige entonces a Hispania, venciendo a los partidarios de Pompeyo en Ilerda. Tras regresar a Roma, se encamina a Epiro donde, después de un primer revés en Dyrrhachium, se encaminó hacia Farsalia. Allí se producirá la gran batalla entre Pompeyo y César.

Pompeyo erigió su campamento entre el monte Dogandzis y el río Eunipeo. Formó después una línea de once legiones bastante completas, además de siete cohortes que dejó en el campamento y en la línea fortificada que iba de éste al río. A los flancos situó a las tropas auxiliares y, en su izquierda, a su impresionante caballería. En total, eran unos 66.000 hombres. César contaba con la mitad de efectivos, divididos en nueve legiones incompletas. A la izquierda situó a los auxiliares, mientras que en la derecha dejó a la caballería y a ocho cohortes ocultas.

La caballería de Pompeyo se lanzó sobre la de César. Éste respondió enviando a sus legiones hacia delante. Astutamente, la caballería cesariana se replegó a través de la línea de ocho cohortes, quienes cierran después filas formando una sola línea de combate. Detrás de ella se reagrupó la caballería de César. Mientras las ocho cohortes atacan a la caballería de Pompeyo, la de César toma posiciones en el flanco. El empuje de las cohortes de César obliga a la caballería enemiga a huir, atropellando a su propia infantería ligera. Simultáneamente, se produce el colapso de las legiones pompeyanas, que huyen hacia su campamento en completo desorden.

En tan sólo dos horas, César ha ganado la batalla y capturado a 20.000 prisioneros. Pompeyo huye a Egipto, adonde se dirige César en una persecución implacable. Asesinado Pompeyo, prosiguen la contienda sus descendientes, siendo derrotados por César en Alejandría, Zela y Tapso. De vuelta a Roma, es nombrado dictador por diez años.